 Ayer se celebró un Pleno Extraordinario, convocado por la oposición para tratar de la Ciudad Aeroportuaria. Ver crónica Dentro de un tiempo, el que sea, dos meses, dos años, 20 años ó dos siglos, veremos, o verán nuestros descendientes, caer una tromba mayúscula de agua en la comarca del Guadalhorce. Eso es seguro, no es una profecía ni una santería, es una seguridad científica. Es estadística. Ya ocurrió en tiempos de los Fenicios antes de la colmatación de los terrenos que ocupaban en la desembocadura del rio Guadalhorce. Una tormenta o dana o como se llame, que arrasará todo lo que encuentre en el cauce del río. Un ciclón o torbellino de agua que no dejará nada a su paso, que arrasará cientos de metros a lado y lado del río. No es una posibilidad, es una certeza estadística y esa riada de agua engullirá tanto la depuradora Edar Málaga Norte como la Ciudad Aeroportuaria. No habrá muros que valgan y paren el ímpetu de las aguas desatadas. Lo que no sabemos es el número de personas que caerán víctimas de la sinrazón de construir en medio del cauce de un río. Para entonces, el alcalde de turno de Alhaurín de la Torre y el presidente de Andalucía dirán: ' No es mi culpa, yo me lo he encontrado hecho'. Al tiempo. La prueba irrefutable de que es una salvajada la futura construcción de la Ciudad Aeroportuaria y la depuradora EDAR Málaga Norte, es que en los terrenos donde se asentarán ambas, hoy día no existen construcciones de casas, no se ha permitido nunca ni se han dado licencia urbanística alguna. Es un saber heredado de antiguo. Construir en el cauce de un río es peligroso, muy peligroso. Sin embargo ahora se pretende urbanizar, se avecina un pelotazo urbanístico, por orden de los marqueses actuales (los políticos). Menuda tenemos en España. Cuando llegue esa tormenta, que llegará, tendrán también que darle taponazo a los pantanos del Guadalhorce, por seguridad, y a ese desagüe de las presas río arriba, se unirán las aguas de todos los torrentes del valle para llevarse por delante cualquier construcción a lado y lado del río, haya ahí un campo de sandías o una urbanización. |
LA CIUDAD DE LOS POLÍGONOS
Y mientras sigue la quimera de la Ciudad Aeroportuaria, lo que tenemos aquí, los polígonos, están hechos unos zorros. Tenemos seis o siete polígonos en Alhaurín de la Torre. Dos antiguos en la Avda. de las Américas, el de la Moraga, el de Laurotorre, Las Paderillas y alguno pequeño más. Diríamos que tenemos el germen de un pueblo industrial, que potenciando y mimando esos polígonos se pueden crear muchos empleos en la industria y el comercio en Alhaurín de la Torre. Pero si abandonamos a su suerte esto que tenemos e invertimos los dineros y las energías de nuestro pueblo en 'un sueño de grandeza' llamado Ciudad Aeroportuaria, tal vez no tengamos ni una cosa ni otra.
Muchos estamos orgullosos de que contra viento y marea, de que con dificultades y costos exagerados, todavía se mantengan abiertas varias decenas, quizás centenas de naves industriales en nuestros polígonos. Esa sí sería una auténtica Ciudad Aeroportuaria, La ciudad de los Polígonos. Los polígonos son una realidad, nuestra realidad, aunque ahora sea una realidad triste y abandonada por los poderes públicos. Ese abandono es bien palpable, no hace falta más que darse una vuelta por ellos y veremos baches, bordillos rotos, suciedad, coches aparcados de mala manera, el correo postal no funciona, aguas fecales fluyendo por sus arroyos.... Con ese panorama ningún empresario se anima invertir y montar una nave en nuestros polígonos.
Si lo que tenemos, los polígonos, no lo cuidamos ni nadie invierte en ellos, quién puede pensar que la futura Ciudad Aeroportuaria, va a cambiar de signo? ¿Alguna empresa se ha comprometido a crear ya 25 puestos de trabajo en la dichosa ciudad? 25 puestos de los 25.000 que prometieron? ¿Alguien con nombre y apellidos ha puesto encima de la mesa un proyecto con su financiación correspondiente? Nadie lo ha hecho hasta ahora porque si así hubiera sucedido, lo habrían publicado a bombo y platillo.
TERRENOS, SOBRAN
Y además, hay casi más terrenos colindantes a Los Polígonos que miden más que la misma Ciudad Aeroportuaria. Desde la carretera de Hidrocarburos Alhaurín y McDonal y sus alrededores hacia el norte, hasta la carretera de las barriadas de Peñón-Zapata, hay un sinfín de terrenos baldíos, criando matas y escombros, que podrían urbanizarse y añadirlos a los polígonos actuales, de una forma moderna y sostenible y no construir en terrenos inundables y a esos polígonos potentes, limpios y modernos sí llegarían ojeadores del Aeropuerto Pablo Picasso de Málaga. Esa sí sería la verdadera ciudad aeroportuaria. UN JUEZ
Sin embargo, con todo y con eso, yo me encuentro entre algunos optimistas que dicen que nunca se llevará a cabo este enorme y amenazador error ambiental. Que al final, habrá algún juez o un fiscal que intervendrá en esta decisión totalmente errónea y grave. ¡Estáis locos!, tendrá que decir.
Un juez que comprenda el peligro y que pare las obras antes que empiecen.
La Ciudad Aeroportuaria es simplemente un pelotazo urbanístico, hecho durante un cenáculo, entre puros y copas, donde acordaron la compra-venta de terrenos con información privilegiada, pero esto, bastante grave, es difícil de demostrar. La población común alhaurina no se beneficiará en nada de esta operación especuladora, más bien serán quienes pagarán los platos rotos de ese pelotazo, como siempre.
La Ciudad Aeroportuaria y la depuradora de Mestanza no deberían de ponerse en pie. Y estas elecciones municipales es el momento para los vecinos de Alhaurín de la Torre de hablarlo, comentarlo y cambiar el rumbo. Por último, pongo el enlace a un artículo del periódico El Español, sobre la peligrosidad del río Guadalhorce: El plan definitivo con el que Málaga quiere domesticar el Guadalhorce, su río maldito
Federico Ortega Mayo de 2023
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