Es lógico y habitual que cuando ya llegamos a cierta edad , pasada la cincuentena, hagamos memoria de lo que ha sido nuestra vida y de los acontecimientos y situaciones por las que hemos pasado.
Todos esos momentos son aprendizaje para nuestra madurez, nuestro cerebro y nuestro corazón y espíritu.
Yo personalmente he llegado a la conclusión de que lo más importante son los momentos que compartes con los que amas, ya sean amigos , familiares , vecinos ,personas del entorno laboral o de cualquier ámbito.
Esos momentos son infinitamente más valiosos y relevantes que cualquier posesión material o que todo el dinero del mundo y además esos momentos son muchas veces irrepetibles.
Considero primordial ser yo mismo y ser aceptado por las personas que tengo a mi alrededor tal y como soy.