Señor de la guerra: Su crueldad, su crueldad alimenta nuestra esperanza cada vez más.
Su frialdad , su frialdad alimenta nuestro calor cada vez más.
Su maldad , su gran maldad alimenta nuestro cariño mucho más.
Su ambición, su infinita ambición alimenta nuestra solidaridad verdaderamente más.
Su inhumanidad, su inhumanidad alimenta inmensamente nuestro amor al prójimo muchísimo más.
Su odio, su enorme odio alimenta nuestros corazones abiertos cada vez más abiertos.
Su intolerancia , su increíble intolerancia alimenta nuestra tolerancia mucho más.