Partiendo de la premisa que indica claramente que las máquinas constituyen una ayuda y colaboración con los seres humanos, podemos decir que esta premisa no se está cumpliendo hace ya muchos años y aún menos en estos duros tiempos del coronavirus.
Observamos como las empresas que más recursos artificiales usan y menos personas , están viendo sus cuentas bancarias subir como la espuma en estos momentos de pandemia.
Grandes compañías cuya organización fundamental está llevada por máquinas y ordenadores vía Internet , están logrando recaudaciones que baten los récords más inesperados.
La pregunta vital sería: ¿Están las máquinas e internet sustituyendo a los seres humanos en casi todos los ámbitos de la vida tal y como la conocíamos?
La respuesta a esta trascendental pregunta parece ser positiva.
En cuestión de 25 años la revolución tecnológica ha sido más importante que en el resto de la historia mundial.