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¿Qué hacemos el 1-O? | Pedro González Aceituno. 20.09.17 | | Tenemos todo el derecho del mundo para tener dudas sobre la validez del referéndum, yo también. Amparándose en las dudas, cerca de mil famosos de Catalunya y del resto de España, han lanzado un manifiesto donde argumentan que la convocatoria es tramposa, se realiza unilateralmente, no es transparente, sin censo oficial,… y obedece a los intereses de una de las partes. Estos argumentos me suenan a excusas. Se suele decir que, si no se quiere algo se busca una excusa, si lo quieres buscas los medios. En el comunicado, se dan excusas, se escudan en las formas, pero se mantienen al margen del verdadero debate, el derecho a decidir del pueblo catalán. Una abrumadora mayoría del pueblo catalán ha expresado de forma reiterada, democrática y pacífica, en la calle y en las urnas, su voluntad de decidir su futuro, como pueblo soberano que es. En Andalucía, también salimos a la calle un 4 de Diciembre de hace 40 años, como pueblo soberano exigimos el acceso a la autonomía. La movilización generó un conflicto al estado, condicionó la redacción de la constitución y obligó al referéndum del 28F. Se forzó el artículo 151 de la constitución para alcanzar la autonomía reivindicada en aquellos momentos. | El debate está servido. El referéndum, con sus múltiples opciones, ha puesto sobre la mesa el debate constitucional. Cada partido ha tomado su postura; - el PP se ha enrocado, ha abanderado la unidad e indivisibilidad de España, lanzando a los sectores más inmovilistas y reaccionarios contra el pueblo catalán. El resultado lo estamos viendo, ha generado un enfrentamiento contra Catalunya. En la medida que la fecha se acerca, la represión aumenta; prohibición de actos, registros en imprentas, secuestro de carteles, llama a declarar como imputados a 700 alcaldes,… ¿suena esto al pasado?. Estamos en 2017, no en el 1967. Como seguidor incondicional tiene a Ciudadanos, esperando algún titubeo en el PP para ser más españolistas si se puede. --el PSOE no tiene respuesta, respalda lo que diga el gobierno, propugna timoratas reformas de la constitución del 78, para incorporar nuevas ocurrencias, como la nación de naciones, o la monarquía federal, haciendo una lectura descafeinada de qué es un estado federal. No saben hasta donde mantener el apoyo al PP, pero cuando quieran bajarse del tren, el choque ya se habrá producido, serán cómplices de la política españolista y de las medidas represivas que han alentado al maquinista Rajoy. -La izquierda estatal, desde que surge el conflicto hace unos siete años, ha mantenido una postura timorata. Ha querido mantenerse equidistante de los dos nacionalismos; del independentismo catalán y del rancio nacionalismo españolista. Cuando hay un conflicto entre dos partes fuertemente posicionada, las tibiezas no se escuchan. Poco a poco las posturas se han radicalizado. EL PP, con su discurso españolista, ha logrado que el resto de los pueblos desarrollen un sentimiento anticatalán, el independentismo catalán ha ganado apoyos en Catalunya. Mientras, la izquierda ha carecido de discurso, posicionándose contraria al independentismo y reivindicando el federalismo. Las posiciones enfrentadas de los dos nacionalismos han estallado con la convocatoria del referéndum del 1-O, ¿participar?, ¿no participar?, ¿reprimir?. El debate se centra en la legalidad del mismo. La legalidad del referéndum ha sido la tabla de salvación para una izquierda acomplejada, incapaz de dar una respuesta. Numerosos dirigentes e intelectuales de izquierdas han declarado su negativa a participar en un referéndum ilegal. Se han posicionado frente al deseo de un pueblo por ejercer el derecho a decidir. Aprovechando la ambigüedad, el PP lo ha tenido claro, ha optado por la escalada, primero lanza a sus voceros más reaccionarios, generando odio a lo catalán, para seguir con la represión, prohibición de actos, detenciones, secuestro de propaganda, imputación de 700 alcaldes,… En estas últimas semanas, el enfrentamiento crece, la movilización es mayor, la contestación popular es masiva frente a la represión. ¿Cómo van a prohibir el 1-0? ¿Cómo van a impedir que cerca de dos millones de personas no puedan ejercer el derecho a decidir su futuro?. La izquierda reacciona con una propuesta, convoca a todas las organizaciones de izquierdas para debatir la celebración de un referéndum pactado que reúna todos los requisitos de legalidad. Es un acierto, pero creo que llega tarde, su tibieza durante este tiempo ha permitido que el PP tenga audiencia en el resto de estado, su españolismo rancio ha calado incluso en votante y militantes de izquierdas. Devolver el debate al terreno político sería lo suyo, haber mantenido el debate en la legalidad ha sido un error. El derecho a decidir, no es una cuestión trivial, si se defiende hay que ser consecuente con el resultado. Si consideramos que el pueblo es soberano para decidir su futuro, hay que asumir las consecuencias. Hemos defendido el derecho a decidir en el aborto, nos hicieron una ley de aborto de plazos, recortada, con la que estábamos de acuerdo, no reconocía el derecho a decidir de las mujeres, decidían otros por ellas. Decía Marcelino Camacho, que el derecho a la huelga solo se consigue haciendo huelgas. El derecho a decidir solo se consigue votando. El referéndum no tiene garantías, es cierto, pero estamos dándole las espaldas a la movilización popular si se llama a la no participación. Cuestión distinta es nuestra decisión personal a favor de la independencia, el federalismo u otra opción. Creo que desde un principio la izquierda debería haber sido nítidamente favorable a la celebración de la consulta, quien se negado a su legalidad ha sido el PP, no lo olvidemos, temerosos que el derecho a decidir se extienda a otras cuestiones de estado. ¿Qué haríamos los republicanos si tuviésemos esa capacidad de movilizar? Esperar un referéndum convocado por el PP o haríamos uno quieran o no quieran. Los debates políticos se resuelven con la movilización popular, no se pueden resolver en los tribunales. El régimen del 78 está en crisis y el conflicto creado en Catalunya por el derecho a decidir agrava la crisis, eso lo han entendido en PP, en el IBEX´35 y en la Zarzuela, que han puesto toda su artillería informativa y represiva en funcionamiento. No existe el conflicto de Catalunya, el conflicto es el estado español, heredero del franquismo, monárquico, corrupto,… Estamos perdiendo la oportunidad, si la izquierda estatal ha sido tibia con una cuestión como es el derecho a decidir, si se plantea la nacionalización de las fuentes energética, que la banca devuelva lo robado, el encarcelamiento de todos los corruptos, acabar con las políticas austericidas y antisociales, reducir los gastos militares, acabar con la monarquía … Cuando la derecha se revuelva, ¿qué vamos a hacer? ¿pedir disculpas porque no es legal?. Yo iría a votar el 1-0, otra cosa es mi intención de voto, que es secundario para el conflicto político planteado. Pedro González Aceituno
Artículo enviado por Juan Muñoz Heredia <heredia_1952@hotmail.com> |
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