La presión de los nacionalismos catalán y vasco para conseguir autonomía respecto al estado central es histórica. Ciñéndonos al período democrático actual, todos los gobiernos, desde Suárez hasta Sánchez, han negociado y cedido competencias a cambio de votos (quién no recuerda con nostalgia de juventud a Arzallus o Pujol negociando con González y Aznar). La cosa se ha ido complicando, ciertamente, con el tema de los indultos (que podría tener un pase) y de la amnistía (que no lo tiene) hasta llegar a la tensa situación actual. Al parecer, para conseguir que Esquerra Republica de Catalunya apoyara la investidura del candidato del PSC (Salvador Illa) a la presidencia autonómica, Pedro Sánchez ha firmado un acuerdo por el cual se compromete a aprobar las reformas necesarias para que Cataluña tenga una autonomía fiscal casi total, al estilo de las que tienen el País Vasco y Navarra. Y digo "al parecer", porque a estas alturas, más de un mes después, aún no conocemos los detalles del acuerdo. Y todo esto tiene que ver con una reivindicación clásica de Cataluña donde mucha gente defiende que, como región, aportan al estado central más de lo que reciben. Esto, que imagino que será cierto, merece algunas consideraciones (válidas también para País Vasco y Navarra, que ya tienen su concierto desde el principio). Veamos.
Antes de hacer la presente reflexión, conviene aclarar que yo también estoy convencido de que Maduro está manipulando los resultados de las elecciones venezolanas para mantenerse en el poder a toda costa. La cosa huele fatal y aquello parece estar deviniendo, cada vez más, en un gobierno totalitario estable lo cual no es admisible. Sin embargo, me resulta muy llamativa la virulencia con la que, desde muchos países (USA, España, y hasta la EU) critican duramente la actuación de Maduro, le exigen que demuestre con pruebas su supuesto triunfo y hasta, en algún caso, se reconoce al partido opositor como legítimo vencedor. Pero lo que me llama la atención no es tanto la crítica en sí (razonable y hasta deseable en casos así) sino la ausencia absoluta de crítica de otros regímenes iguales o peores. Veamos:
Buena parte de la magia que emana de los evocadores bosques de frondosas tiene que ver con la supuesta existencia de seres fabulosos que, como las hadas del bosque, han protagonizado historias y leyendas en la cultura europea durante siglos. El otro día descubríamos unos llamativos seres (lamentablemente, y por problemas de latitud, no frecuentamos bosques caducifolios) que, no me cabe duda, han contribuido a crear estas imaginarias criaturas legendarias.
La depuradora de Mestanza: "Crónica de una muerte anunciada"
"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño.....«Siempre soñaba con árboles»..." (1)
La necesidad de depurar las aguas de los municipios del Guadalhorce que aún no lo hacen es indiscutible y urgente. Sin embargo, y aunque existen alternativas de depuración más respetuosas con el entorno y que no supondrían la destrucción de 20 Ha de cultivos en La fértil Vega del Guadalhorce, la Junta de Andalucía se obstina en llevarla a cabo en la Vega de Mestanza con el apoyo explícito de los alcaldes de los municipios implicados (estos días se han reunido a firmar el último empujón -2-), entre ellos el de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, que ha intentado hacer encaje de bolillos para que parezca que apoyaba a los vecinos de la Vega de Mestanza en un patético "sí pero no".
--- La competitividad, palabra "sagrada" para las empresas, es también un "arma tremenda de doble filo" y, en ocasiones, "la madre de la insostenibilidad", porque "lo más sostenible es colaborar, coordinarse y planificar juntos", argumenta en conversación con EFE el científico del CSIC Fernando Valladares, que advierte que lo contrario puede llevar a "un mal uso de los recursos y a la duplicidad de medios". --- (1) Hay algunas expresiones que nuestra sociedad considera indiscutibles; algo así como paradigmas incuestionables que nadie osa poner en duda. Son expresiones como "crecimiento económico (o demográfico)", "desarrollo sostenible", "competitividad"... La interesante (y singular por lo extraordinaria) advertencia de Fernando Valladares arriba mencionada, nos lleva a reflexionar hoy, con cierto espíritu crítico, sobre una de dichas expresiones: la sagrada "competitividad". Veamos
En uno de los accesos más transitados al pueblo de Alhaurín de la Torre, nos encontramos con este llamativo anuncio (el de la foto superior, claro, porque la foto inferior es un inocente montaje que pretende instar a la reflexión). Junto al nuevo logo de Alhaurín (que tanto nos recuerda al entrañable Espinete) y una bonita foto de una hoja (aludiendo al carácter verde y medioambientalmente respetuoso del Ayuntamiento) podemos leer la palabra mágica de nuestro tiempo: SOSTENIBILIDAD. Quizás cualquiera que llegue a Alhaurín de la Torre, viendo tantas rotondas, tantas palmeras tan alineadas, esbeltas y elegantes, y se encuentre con el cartel, piense que llega a un lugar en el que el respeto al medio ambiente es la bandera que guía todas las decisiones que se toman en este el ayuntamiento. Sin embargo, a los que, como yo, llevamos ya 20 años viviendo en este municipio, nos hubiera resultado más adecuado que la palabra elegida para ilustrar el anuncio hubiera sido "Somos DESARROLLISMO". Veamos.
Estamos leyendo estos días en la prensa mucha información sobre la pretendida absorción del Banco de Sabadell por parte del BBVA. Una fagocitación en toda regla del potente BBVA que pretende "comerse" al, algo menos potente, Sabadell para convertirse en un monstruo de la Banca y dominar el mercado. El Gobierno ya ha anunciado que se opondrá a la operación, aunque no sabemos hasta qué punto tiene posibilidades de impedirla dada la enorme autonomía del sistema capitalista de libre mercado. También se está intentando oponer este gobierno, en la misma línea, a los intentos de control por parte de capital saudí sobre Telefónica en tanto que empresa de interés estratégico. "Es el mercado, amigo". Pero, ¿por qué quiere el gobierno interferir en las dinámicas del libre mercado? ¿cómo hemos llegado a esta situación? Veamos.
La osadía del neoliberalismo desarrollista es, a veces, llamativa. Ciertamente es la ideología hegemónica y ello hace crecerse a sus defensores; es normal. Pero es que a veces "se les va la olla". Y no me estoy refiriendo a las estrambóticas excentricidades del impresentable presidente de La Argentina, Milei, tan jaleado por la ultraderecha española (1), sino que hablo de un periódico serio, como el Diario Sur que, aunque sabemos que tiene un marcado sesgo neoliberal (Grupo Vocento), nos sorprendía el otro día con el llamativo título del artículo de opinión que su subdirector, Javier Recio, publica semanalmente: "Marbella no se merece tener playas tan malas" (2). Una vez recuperados de la estupefacción que provoca el titular, procedimos a leer el artículo completo para ver si era algo irónico o sarcástico. Pero no. Era ese exactamente el fondo del artículo: defiende el subdirector del periódico con más solera y mayor tirada de Málaga que Marbella tiene méritos suficientes para tener playas mejores que las que tiene (???) Veamos.
La sonrisa etrusca
Eduardo Saez Maldonado. 14.05.24
El añorado José Luis Sampedro escribió, hace ya bastantes años, una preciosa novela que tituló "La sonrisa etrusca" en alusión a la felicidad que parecían mostrar las esculturas funerarias etruscas (en contraste con las tradicionalmente tristes representaciones funerarias) y que le inspiró la mencionada y recomendable novela cargada de una profunda reflexión. Lamentablemente, la singular civilización etrusca, donde los ancianos eran respetados y las mujeres tenían un papel relevante, ha pasado a la historia sin pena ni gloria eclipsada por la más organizada, belicosa y triunfante civilización romana que la sucedió. Pero sobre uno de los sillares que soportan, desde hace 2.300 años, la magnífica puerta etrusca de la deslumbrante ciudad umbra de Perugia, en el centro de la antigua Etruria, han crecido calladamente abrazadas, sin que los apresurados turistas que fotografían esa monumental portada reparen en ellas, una humilde cimbalaria ("Cymbalaria muralis") junto a una albahaquilla de muro ("Parietaria judaica"), dos discretas y también ignoradas plantas rupícolas mediterráneas que parecieran reclamar, con su abrazo y sus bellísimas y diminutas flores, a modo de recuerdo añorante de un pasado feliz, la evocadora memoria de la sonriente civilización olvidada.
Leíamos el otro día en la prensa que la sonda espacial "Voyager I" se muere (1). Una noticia triste, pero cargada de emoción. La misma emoción que sentí cuando, en el verano del 83, con 18 años recién cumplidos, leí el fascinante libro "Cosmos" del genial y añorado Carl Sagan; cuando, con 18 años, descubrí que, unos años antes (en 1977) había sido lanzada al espacio una sonda con el objetivo de proveernos de apasionante información acerca de nuestro sistema solar y, sobre todo (y esto es, al menos para mí, lo verdaderamente romántico e interesante), destinada a vagar eternamente en el espacio interestelar, una vez concluida su misión (una vez "muerta"), portando información sobre nosotros, sobre nuestra civilización, sobre nuestra sociedad, sobre nuestro planeta... pensando en la vaga probabilidad de que alguna civilización extraterrestre suficientemente desarrollada tecnológicamente, pudiera eventualmente interceptar la nave y, quién sabe, ser capaces de decodificar los mensajes que quisimos transmitirles; mensajes como saludos en cientos de lenguas, composiciones musicales, imágenes y sonidos de la tierra, de la vida (2)... Sólo de pensar que esto no eran películas de marcianos, ni sueños imposibles de un adolescente soñador, sino decisiones tomadas por científicos relevantes de la NASA (¡¡la NASA!!) que gastaban ingentes cantidades de dinero en explorar la remota posibilidad de que hubiera vida extraterrestre con la que pudiéramos establecer contacto, me impresionó profundamente y me marcó para siempre. Aún hoy me emociona recordar este revolucionario proyecto.
El tema de la caza del lobo es uno de esos asuntos poco destacados mediáticamente pero al que el Congreso de los Diputados (sede de la Soberanía Popular en tanto que órgano legislativo) le dedica cierto tiempo, curiosamente. Resulta que el Gobierno promovió en el 21 una iniciativa, que fue aprobada por el Congreso, que incluía al lobo en el LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) lo que le confería una protección integral e impedía que pudiera ser objeto de caza deportiva como venía ocurriendo hasta entonces al norte del Duero. Ahora, algunos de los partidos que apoyaron esta iniciativa, se lo han pensado mejor y han apoyado otra iniciativa, en este caso del PP, para intentar que el lobo pueda volver a ser cazado por diversión (1); -por cierto que la magnífica fotografía que ilustra la noticia de OndaCero que cito como fuente (1) es de Ana Retamero (2), aunque el periodista omita su autoría- Los que han apoyado esta lamentable iniciativa del PP han sido VOX, Junts y PNV mientras que CC y Bildu se han abstenido. Sólo se han opuesto con claridad PSOE, SUMAR y ERC lo cual nos permite hacer una reflexión político/ambiental. Veamos.
Estamos ya muy acostumbrados, y cada vez más, a ver en los medios de comunicación que se bate este o aquel registro de temperatura, ya sea en verano o en invierno, en Europa o en América, en el hemisferio austral o en el boreal. Y ya no hacemos ni caso, pues tenemos totalmente interiorizada esta inquietante evidencia, a pesar de que no sabemos a donde nos va a llevar. Sin embargo, desde mediados de marzo del 23 (hace ya, pues, más de un año) viene ocurriendo un hecho singular en la historia reciente de Gaia que, aunque ya empieza a aparecer en algunos medios de comunicación más receptivos a la problemática ambiental (2), no está teniendo, en mi opinión, la relevancia mediática global que merece a la vista de la magnitud de las consecuencias en que puede derivar y de lo incierto del panorama futuro que nos sugiere. Veamos.
"Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen" (1)
Hace ya seis meses que terroristas de Hamás perpetraron el terrible, criminal, despiadado, deleznable e intolerable atentado en Israel. Y hace ya seis meses, pues, que el Gobierno terrorista de Israel perpetra el terrible, criminal, despiadado, deleznable e intolerable asedio a Gaza. Pero existe una clara diferencia: los terroristas son eso, terroristas. Y como tales, son perseguidos. El estado sionista de Israel es, sin embargo, un estado con un gobierno legítimamente elegido por sus ciudadanos que decide, en represalia al atentado terrorista, arrasar la franja de Gaza (con sus terroristas y su gente honrada, con sus hospitales y sus escuelas, con sus viejos y sus niños). Y un estado democrático debería estar sujeto a alguna suerte de control internacional (¿ONU?) en caso de desmanes. Sin embargo, y a pesar de ser de forma evidente e indiscutible un estado terrorista, es apoyado abierta y criminalmente por USA y UK, y tolerado con una pasividad intolerable por la EU y por la mayor parte de los países occidentales a excepción, quizá, de Sudáfrica (único país que ha tenido una iniciativa mínimamente seria para intentar parar este desastre) (2).
Leíamos el otro día una inquietante noticia acerca de un proyecto de la Diputación Provincial de Málaga de aprovechamiento de residuos forestales en la Sierra de las Nieves (1). La noticia era tremendamente vaga, sin profundizar apenas en los detalles del proyecto y sin mencionar que la Sierra de las Nieves ha sido recientemente "ascendida" a Parque Nacional manteniendo una orla de protección importante como Parque Natural, aspectos estos a tener muy en cuenta en los proyectos a llevar a cabo en estos lugares de tan alto interés ambiental y que merecen una reflexión ante este anuncio intervencionista por parte de la Administración. Veamos: Lo primero que leemos en el artículo es que se trata de un: "proyecto de aprovechamiento de la biomasa forestal en los montes de la Sierra de las Nieves que contribuirá no solo a la limpieza de los montes y al uso de una energía renovable, sino que también servirá para generar empleo en la comarca." Un chollo, vamos. Porque se "aprovecha" uno de los ecosistemas forestales más valiosos de la Península Ibérica para generar empleo, producir energía renovable y, de paso, "limpiar" el bosque.
"Sabes bien que soy hombre de campo Y que solo tengo un descapotable Cuando llegue el próximo domingo Voy traelo para impresionarte" (1)
Como dice la canción (es verdad que en otro contexto), salir a la calle con un tractor, ciertamente impresiona, aunque sea verde. El otro día estuve a punto de verme atrapado en una de las tractoradas en Antequera. Volvía yo de Sevilla y leí un cartel luminoso en la autovía: "carretera cortada". Temiéndome lo peor, salí en la siguiente oportunidad que tuve y, carrileando por carreteras secundarias (y hasta terciarias) de la zona de Antequera, acabé en la legendaria Cuesta del Romeral subiendo hacia la Fuente de la Yedra donde volví a enlazar con la autovía de Málaga, ya cerca de Las Pedrizas y lejos de la trampa. Luego oí en la radio que el corte de la A92 duró varias horas. Afortunadamente, gracias a que conozco razonablemente bien la zona y, sobre todo, a la fortuna, me libré de estar horas mirando tractores con banderas de España a modo de símbolo de su lucha (¡!).
En la reunión del Foro Económico Mundial que se ha celebrado en Davos (Suiza) estos pasados días pudimos oír la exaltación del más radical neoliberalismo por parte del nuevo presidente argentino Javier Milei en un discurso pronunciado ante los principales mandatarios del mundo. Es interesante leerlo (2) porque, más allá de los exabruptos y excentricidades con las que este hombre suele conducirse (como llevar una motosierra a sus mítines (3) o concluir todas sus intervenciones, incluida ésta de Davos, con la elegante coletilla "viva la libertad, carajo") el discurso desgrana los fundamentos de un ultraliberalismo que pretende imponer en La Argentina y, de paso, extender por todo el mundo. En el fondo no estamos muy lejos de esta pretensión porque desde que Thatcher y Reagan desataron el ultraneoliberalismo como ideología a imponer a nivel planetario en los años 80, el que más y el que menos ha ido sesgando su discurso hacia un liberalismo económico más o menos radical (empezando por la llamada socialdemocracia) hasta llegar al neoliberalismo hegemónico que hoy impera. Pero es interesante leer el discurso de Milei, ya digo, porque deja muy clara la pretensión neoliberal y saca los colores a la izquierda moderada socialdemócrata que se está dejando arrastrar peligrosamente por esa "tercera vía". Veamos.
"Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente." (Génesis, 2:7) El preocupante vertido de plásticos en forma de pequeños gránulos que se ha producido estos días en las costas del noroeste peninsular ha ocupado todos los medios de comunicación. Resulta que el consejero de temas del mar de la Junta de Galicia afirma que los plásticos que, eventualmente, comemos "entran por donde entran y salen por donde salen" (1). Más allá de poner de manifiesto el lamentable nivel de algunos de nuestros gobernantes, de alguna manera el consejero tiene razón en el sentido de que comerse unos cuantos gránulos de plástico no te va a matar de inmediato (como tampoco te mata fumarte un cigarrito) pero incluir en la dieta, aunque sea involuntariamente, una cantidad determinada de microplásticos es, a la larga, un perjuicio para nuestra salud, y si todo el mundo se entera podría derivar en una bajada de venta de pescado, que es lo único que parece importarle al consejero. Lo que pasa es que no sólo nos afecta a nosotros, sino que también perjudica la salud del resto de animales que los ingieren y la de los ecosistemas en general. Y les afecta de forma muy seria, lo que va mucho más allá de este episodio concreto evidenciando la arrogancia suicida de nuestra sociedad (2). Veamos.
"Hacemos el balance de lo bueno y malo Cinco minutos antes de la cuenta atrás". Mecano Una vez terminado el año solemos hacer balance de cómo ha ido la cosa. Los medios de comunicación publican resúmenes de cómo ha evolucionado la economía, de la mala pinta que tiene el "déficit hídrico" que llevamos acumulado, de qué equipo de fútbol ha ganado más títulos... Incluso se destacará que 2023 ha sido el año más cálido desde que se tienen registros. Pero claro, esto ya no nos llama mucho la atención. Nos llevan dando la matraca con el rollo ese del cambio climático demasiado tiempo pero tampoco acaba de pasar nada; y poder pasear en manga corta en invierno, ¿a quién no le gusta? Sin embargo este año, en lo que se refiere al Calentamiento Global ha sido, no ya extraordinario, sino que ha supuesto una singularidad absoluta en los registros globales de temperatura. Pero los telediarios no abren sus resúmenes con esta noticia, ya que Rafa Nadal se ha vuelto a lesionar. Se adjuntan al final de este escrito dos enlaces interactivos de los registros históricos de temperatura media global a nivel planetario tanto del aire (desde hace unos 80 años) como del agua del mar (desde hace unos 50 años). Los gráficos son, no ya preocupantes, sino alarmantes, porque tanto la temperatura del aire (desde junio) como la del agua del mar (desde marzo) se han mantenido clara e inequívocamente muy por encima (destacadamente por encima) de todos los registros históricos permanentemente y así siguen hasta el día de hoy y no sabemos hasta cuándo.
"El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron para preparar el camino de los reyes del este" (Apocalipsis 16:12) Leíamos el otro día en la prensa que este año 23 ha sido el más seco de los últimos 150 años, es decir, desde que alguien se molesta en anotar mediciones (1). Seguramente, pues, el más seco de la historia de Málaga. A pesar de lo extraordinario de la noticia, ya no nos llaman la atención estas cosas porque estamos leyendo continuamente reseñas de este tipo. El imparable cambio climático está haciendo que se superen continuamente registros de temperatura, de eventos extremos, de oleaje, de viento... Lo extraordinario deviene en ordinario y perdemos la perspectiva de lo que está pasando. Pero está pasando. Llevamos tres años de sequía, cada vez la situación es más grave y las previsiones de irregularidades en las lluvias nos indican que los episodios de sequía serán cada vez más frecuentes e intensos. Sin embargo, nosotros seguimos viviendo como si no pasara nada, como su todo fuera infinito, como si hasta un recurso renovable, como el agua, fuera también infinito. Pero si consumimos el agua a una velocidad mayor de la que la naturaleza la repone, la cosa colapsa. No es difícil de entender, pero nos empeñamos en ignorar tan evidente aseveración tirando de soluciones mágicas como trasvases, desaladoras etc, que requieren de un análisis un poco más sosegado. Veamos.
El otro día se registraron en Málaga treinta grados; la temperatura más alta de la historia de la Península Ibérica en el mes de diciembre. Sí, treinta. No es ya que, a mediados de diciembre, acabando ya el otoño y a una semana de la Navidad, no haga frío. No. Es que hace calor. Y no es sólo aquí, claro, es global. Desde el inicio del verano, y a nivel planetario, estamos viviendo en un inquietante récord de temperaturas, permanente y extraordinario (muy destacado en relación al incremento paulatino que llevamos sufriendo los últimos 50 años) que nadie sabe cómo va a acabar (1). Mientras tanto, leyendo el periódico en manga corta, vemos cómo los gobiernos mundiales, en la Cumbre del Clima de Emiratos Árabes (!!!!), han estado discutiendo varios días sobre qué eufemismos introducir en el acuerdo final para que parezca que se quiere hacer algo y poder acabar la cumbre anunciando que ha sido un éxito. Y sobre este acuerdo tan exitoso alcanzado finalmente hay, en mi opinión, tres consideraciones que hacer. Veamos:
De los cuatro evangelistas, Juan era, de largo, el más interesante. En el Apocalipsis (1), Juan nos relata una especie de metáfora del fin del mundo que se produce al abrirse el séptimo sello: “El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.” (Ap 8, 7) seguido de otras muchas más catástrofes. Y es que un fin del mundo catastrófico está en nuestro imaginario colectivo, seguramente por culpa de estos pasajes bíblicos y porque nuestra moral juedocristiana no pierde de vista el castigo por nuestros innumerables pecados. Muchas películas de catástrofes planetarias también han contribuido a mantenernos alerta ante inminentes desastres. Sin embargo, la evidencia de que nuestra civilización se está acercando a un punto de no retorno es cada vez más apabullante, y nuestra pasiva actitud antes los innumerables indicios que tenemos ante nuestros ojos no nos hace ser muy optimistas. Hace unas semanas leíamos en la prensa una reseña sobre un preocupante informe climático que se acaba de publicar, y que, de alguna manera, resulta algo más inquietante que otros informes con los que somos bombardeados (infructuosamente, por otra parte) de forma permanente. Veamos.
Los malos y los buenos: ¿quién es la más hermosa del reino?
Existe una tendencia, promovida por lo que se ha dado en llamar el "establishment" y difundida por los principales medios de comunicación, a presentarnos la realidad de forma sencillita para que la entendamos bien. La opinión pública debe tener muy claro quiénes son los buenos y quiénes los malos en este pueril mundo de Blancanieves en el que los malos son malísimos y los buenos adorables. Desde que empezó la invasión rusa de Ucrania estamos siendo adecuadamente informados de la maldad intrínseca de Putin y la heroica y amable actitud de Zelensky. Y aunque la invasión de un estado "a sangre y fuego" como la que está haciendo Putin con la devastación y sufrimiento y muerte de inocentes que está conllevando es, de todo punto de vista, inadmisible, es muy recomendable conocer las circunstancias históricas que hay alrededor de esta cruel e injusta decisión de Rusia, no para justificar lo injustificable, sino para tratar de entender las causas, que no es lo mismo. Asimismo, desde que Hamás atentó cruel, salvaje e indiscriminadamente contra ciudadanos judíos indefensos, estamos asistiendo a una preocupante toma de postura internacional en favor de Israel (los buenos) y en contra de los palestinos (los malos) sin profundizar mucho en las circunstancias que rodean este conflicto. Pero el mundo no es el cuento de Blancanieves. Veamos.
Leíamos el otro día en la prensa que una empresa de Arabia Saudí (teóricamente privada pero controlada por el gobierno) había comprado por dos mil y pico de millones cerca del 10% de Telefónica. Así, como el que se compra cuarto y mitad de chopped... La repercusión de la noticia no ha sido escasa y se ha hablado bastante del tema ya que el Gobierno Español entiende que es una empresa estratégica de interés (más allá del control masivo de datos) en la seguridad nacional. La operación, además, ha intentado bordear la legislación (reciente) española que permite al Gobierno objetar cuando se llega al 5% del accionariado de empresas consideradas estratégicas para la defensa nacional, y Arabia ha comprado un sospechoso 4,9 % (más un 5% adicional indirectamente para no llegar al 10% que permite al Gobierno intervenir). El Gobierno ya ha anunciado que estudiará la operación en el plazo de tres meses de que dispone con objeto de, eventualmente, poner algún tipo de objeción. Todos los medios de comunicación discuten detalles de la noticia, opinan sobre la afirmación saudí de que no tiene intención de inmiscuirse en la gestión de la empresa (algo de lo que nadie duda, faltaría mas), sobre la conveniencia o no de aprobar la operación o bien bloquearla o poner reparos etc. Pero nadie se hace la que, en mi opinión, es la pegunta clave en todo este embrollo: "¿cómo es posible que una empresa estratégica para la seguridad nacional esté en manos privadas?". Veamos.
La DANA que ha afectado al centro de España estos días provocó interesantes y significativas reacciones en algunos políticos (1). La AEMET previó episodios extraordinarios con lluvias que podrían dejar cantidades históricas lo que provocó reacciones distintas. Así, la Comunidad de Madrid emitió un protocolo extraordinario de alarma que llegó a los móviles de todos los madrileños aconsejando que se evitara salir a la calle. En Castilla la Mancha, también muy afectada por las lluvias torrenciales, no se activó este protocolo sino que se mantuvo el habitual de emitir alertas (amarillas, naranjas o rojas) por zonas a través de los medios de comunicación. Algunos altos cargos del PP, como el Alcalde de Madrid y el Presidente de Andalucía han criticado estos avisos mientras que otros como la Presidenta de la Comunidad de Madrid los defienden. ¿Estaba justificada esta alarma? Veamos.
La inocencia de las palabras; una reflexión estival
Siempre me han gustado los diccionarios. Cuando era joven (allá por el pleistoceno inferior) tenía la costumbre de anotar las palabras con la que me topaba eventualmente en el devenir diario y cuyo significado desconocía con la intención de buscarlas en el diccionario (o la enciclopedia, si el asunto lo requería) una vez en casa. Lo hacía con frecuencia. Es verdad que, con la agilidad de internet y la velocidad de los móviles que llevamos en el bolsillo, los diccionarios ya "no se llevan" y no necesitamos llegar a estos grados de pedantería, pero yo aún tengo en casa incluso el Diccionario Etimológico de Corominas y, lo que es más sorprendente, aún lo consulto de vez en cuando. Con frecuencia, la etimología de las palabras nos proporciona una información adicional que nos da pistas sobre la evolución de su significado y hasta sobre la esencia del mismo. Nos ayuda, no ya sólo a hablar con propiedad, sino incluso a conocernos mejor como sociedad. También conservo con mucho cariño una Biblia que perteneció a un tío mío que era cura, y que está en latín y en griego. No entiendo nada, claro, porque yo soy de ciencias y ninguneaba la asignatura de latín (el griego lamentablemente ni lo tocábamos) que cursábamos en segundo de BUP. Mucho me he arrepentido "a posteriori" de no haberme tomado más en serio el latín e incluso de no haber aprendido algunas nociones básicas de griego clásico, lo que me hubiera sido muy útil dada nuestra esencia cultural grecorromana. Pero hay otras ocasiones, sin embargo, en las que no hay que profundizar tanto en los orígenes etimológicos de algunas palabras para sacar conclusiones claras sobre nosotros mismos a través de su significado y el contexto en que las usamos. Y es que las palabras no son inocentes. Veamos.
Leemos en la prensa de estos días postelectorales que la Banca está publicando sus indecentes resultados (1). En concreto, "Banco Santander bate un nuevo récord de beneficios con 5.241 millones de euros en el semestre...". Cuando los números son tan grandes que se nos escapan, es bueno traducirlos para llevarlos a unos parámetros inteligibles: si dividimos primero entre seis y después entre treinta vemos que el Banco de Santander ha ganado de forma neta 29 millones de euros al día en los últimos seis meses. Ahora sí. Estos beneficios son, claro, "después de impuestos", es decir, una vez descontados todos los gastos de personal (incluyendo los directivos con sueldazos millonarios), mantenimiento, financiero, fiscal... incluso del nuevo impuesto a la banca que el gobierno implantó recientemente y que tantas críticas generó, no ya entre los banqueros (lo cual sería hasta comprensible) sino entre la derecha neoliberal española (2) poniendo en evidencia, una vez más, de qué lado están. Y es que eso de que ya la división derecha/izquierda es un anacronismo (que llevamos ya no pocos años oyendo) es desmentido una y otra vez por la tozuda realidad. Veamos.
Las elecciones generales del próximo día 23 de julio son importantes. Es verdad que siempre lo son, pero en esta ocasión son, en mi opinión, especialmente críticas por un motivo fundamental: el ocaso del bipartidismo que ha mantenido siempre las políticas en España en una dicotomía PSOE/PP hace que se vislumbren cambios sustanciales. Porque más allá de ciertas conquistas sociales que el PSOE ha promovido históricamente, el fondo de las políticas económicas que ambos partidos han llevado a efecto ("es la economía, estúpido") no difiere en exceso en tanto que asentadas ambas en un liberalismo económico crecentista hegemónico. La aparición de VOX en el campo de juego representando a la derecha más inquietante que estaba hibernando discretamente en el PP, y la presencia de SUMAR como fuerza aglutinadora de las izquierdas ecologistas reales tiran respectivamente del PP hacia la derecha y del PSOE hacia la izquierda creando una incertidumbre que, unida a la generada por la imparable crisis energético/ambiental nos obliga a pensar muy bien lo que hacemos porque la evolución futura de los cruciales acontecimientos, por lo demás inminentes, depende de hacia donde decidamos mirar. Veamos.
Leíamos el otro día en la prensa que en España la población ha crecido ligeramente llegando ya a sobrepasar los 48 millones de habitantes (1). Todos los periodistas (ya sea de prensa escrita como de radio o televisión) que he tenido oportunidad de leer/escuchar lo consideran una buena noticia desde el punto de vista de la "sostenibilidad de las pensiones" (concepto este la mar de curioso sobre el que volveremos) y además recalcan (sobre todo si son medios "progresistas") el hecho de que este crecimiento no viene dado por la población, digamos autóctona (pues la fecundidad media y el crecimiento vegetativo ha disminuido), sino por los inmigrantes que compensan esta disminución de la natalidad y que, gracias a este fenómeno de inmigración, deviene en crecimiento positivo. Los medios "progresistas" recalcan este aspecto pues pueden así afear a los "conservadores" (y sobre todo a la extrema derecha) su actitud con frecuencia reacia a aceptar estos fenómenos migratorios. Sin embargo, todas estas argumentaciones están, en mi opinión, absolutamente desenfocadas y tiene que ver con el hecho de que esta necesidad de crecimiento poblacional perpetuo para alimentar las pensiones de los jubilados es considerado un paradigma por casi todo el mundo, casi un dogma de fe que nadie osa cuestionar. Sin embargo, es muy cuestionable. Veamos.
El "máquina" de Alhaurín. Una reflexión postelectoral de un exconcejal perroflauta
"Mi reino no es de este mundo" La frase no es mía, claro. Se atribuye a un tal Jesús de Nazaret hace dos mil años (Jn 18, 36) por lo que reproducirla aquí, además de algo pretencioso, puede que sea incluso irreverente. No obstante, me siento absolutamente reflejado en esa sencilla pero genial reflexión. Siempre he tenido inquietudes medioambientales y, cuando decidí entrar en política, eran estas inquietudes, por encima incluso de las sociales (llamadas necesariamente a confluir), las que me motivaban a tratar de hacer cosas en aras del bien común. Pensaba yo, en mi inocencia, que el respeto a la naturaleza, más allá de los muchos motivos de índole práctica que existen (del tipo de "por la cuenta que nos trae"), podía también apoyarse en un sentimiento general menos interesado y más respetuoso con el entorno. Más "elevado". Pero no, claro.
"I hear there is land there, a man has never seen" (1) El interés de la Humanidad por explorar territorios desconocidos es inherente, no ya sólo a nuestra especie, sino a nuestro linaje. Varias oleadas de especies de nuestro género biológico ("Homo") abandonaron África en distintas épocas de nuestra historia evolutiva. Una de ellas, "Homo sapiens", se impuso (evolutivamente) a otras especies hermanas como "H. erectus","H. floresiensis" y "H. neanderthalensis" imponiendo su hegemonía y singularidad de única especie de su género, más allá de nuestra África ancestral, en Asia, Europa y hasta América. Esta ancestral naturaleza inquieta ha perdurado como un atavismo durante toda la historia de la Humanidad generando oleadas de "conquistas" de tierras "desconocidas" que, lamentablemente, incluían confrontaciones con los pueblos que las habitaban, frecuentemente devastadoras para los lugareños. Cuando ya no hubo ningún palmo de tierra (emergida al menos) por explorar (y con demasiada frecuencia, y lamentablemente, por devastar), la Humanidad empezó a poner su mirada fuera de la Tierra, una vez que los avances tecnológicos lo permitieron. Primero fue, como tantas veces, por interés estratégico y supremacista (USA vs URSS), para pasar a ser finalmente por mera inquietud, por curiosidad, y por interés científico.
La figura del cabeza de lista electoral, ya sea en elecciones municipales, autonómicas o generales, es determinante a la hora de captar los votos. Y lo es porque el candidato que abandera el proyecto tiende a concentrar en su imagen todas las bondades de su candidatura. Es por ello por lo que los partidos tratan de escoger personas que, más allá de representar la ideología y propuestas electorales que el partido en cuestión abandera, tengan un talante amable, dialogante, tolerante. Todo el mundo sabe que la imagen del líder es vital y que incluso mucha gente vota a esa opción sólo por ese líder. Pero también todo el mundo sabe que detrás del cabeza de lista hay un grupo grande de personas que, compartiendo las propuestas y bases ideológicas del partido, aportan puntos de vista, trabajo, discusión, ideas… Todo el mundo sabe que detrás de una candidatura hay un grupo de personas formando un equipo que es el que, llegado el momento, aportará al proyecto político. Sin embargo, hay algunas candidaturas tan personalistas, tan basadas en una persona concreta, tan ignorantes de que detrás de un líder debe haber un equipo dispuesto a sacrificarse en defensa del proyecto en el que creen, que incluso en sus actos electorales ningunean a dicho equipo que lo arropa, y ensalzan de forma casi exclusiva la figura del líder indiscutible y carismático. En la memoria tenemos aún el curioso caso de Jesús Gil en Marbella, que llevó su personalismo al extremo de ponerle su nombre (Grupo Independiente Liberal: GIL) a su partido, y que llegó, de forma incomprensible, a conseguir mayoría absoluta.
El declive de la fertilidad humana: obsolescencia programada
Leíamos el otro día en la prensa una interesante noticia acerca de la disminución global de la fertilidad en el mundo (1). Afirma el estudio en que se basa la noticia que "...aproximadamente 1 de cada 6 personas, sufre infertilidad, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS)..." Éstos datos no nos sorprenden porque ya hace tiempo que se viene detectando este problema y se sabe que la concentración de espermatozoides se ha reducido a la mitad en el último medio siglo (2), pero lo que llama la atención en este aviso de la OMS son las sorprendentes soluciones que plantea como recomendación para abordar esta disminución de la fertilidad generalizada: la "urgente necesidad de aumentar el acceso a una atención de la fertilidad asequible y de alta calidad para quienes la necesitan". Pero es que el problema no es la presumible disminución de la población
mundial que parecería estar por detrás de este asunto (y que por cierto
se ha duplicado en el mismo periodo de tiempo en el que la concentración
de espermatozoides se ha reducido a la mitad) sino las causas que están
detrás de esta bajada de fertilidad en las que nadie parece fijarse.
Veamos
Bueno. Ya se ha quemado la sierra. ¿Y ahora qué hacemos? (Parte II)
Después del terrible incendio que devastó la cara norte de la Sierra de Mijas el pasado verano, escribí una reflexión en la que analizaba los problemas en la gestión forestal que, en mi opinión, habían derivado en un incendio tan agresivo (1). Transcurridos ya unos meses desde aquellos hechos, una vez vistos con calma los efectos, cotejados los mismos con la información a la que he podido acceder y observado las medidas que está tomando la administración pública "in situ", me permito volver a incidir sobre el tema en una nueva reflexión más sosegada y que trata de aportar un punto de vista que, por personal, quizás no sea demasiado ortodoxo. Tras el incendio hubo muchas iniciativas populares, más o menos organizadas, que se intentaron movilizar para contribuir a la reforestación de la sierra. A mí no me gusta hablar de reforestación de forma genérica porque las medidas a tomar para recuperar el monte tras un incendio no son exclusivamente (ni siquiera necesariamente) reforestar. Creo más correcto hablar de restauración. Y si es posible de restauración ecológica. Porque esta es una de las principales cuestiones a la que debemos enfrentarnos. ¿Qué queremos restaurar? ¿un gran parque para disfrute de la ciudadanía? ¿un densísimo pinar de repoblación como el que se ha quemado? ¿un ecosistema naturalizado? Porque lo que no hay que perder de vista es que la magnitud de este incendio (más allá de consideraciones sobre cambio climático etcétera, que también influyen, claro está) tiene mucho que ver con el hecho de que se trataba de un pinar de repoblación de una densidad altísima y sin "tocar" desde que se hizo dicha repoblación hace 50 años. Volveremos más tarde sobre este tema.
"Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña"
(del Romance sonámbulo, F. G. Lorca.)
Llevamos tiempo oyendo hablar del famoso hidrógeno verde como el milagro que solucionará todos los problemas energéticos que, irremediablemente, se nos vienen encima, pero el otro día oí hablar también, por vez primera, del hidrógeno rosa. También se puede leer acerca del hidrógeno gris y hasta del azul. Esta policromía alrededor del hidrógeno genera, desde mi punto de vista, bastante confusión sobre un tema (el de las energías renovables versus energías fósiles) ya bastante complejo y sobre el que hay mucha información sesgada que trata de ocultar la realidad incuestionable de que cada vez vamos a disponer de menos energía. Pero el hidrógeno es particularmente relevante por las implicaciones estratégicas y, por qué no, sociales, que está llamado a tener y su relación poco conocida con las grandes plantas fotovoltaicas que empiezan a proliferar por doquier. Porque, ¿de qué color es el hidrógeno?. Veamos
" Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción" (Simón Bolívar) El Rally Dakar ha llenado en estas fechas los espacios de deportes de los telediarios. En este caso, al contrario que ocurrió en el mundial de fútbol de hace un par de meses, no se critica que el país organizador sea una monarquía absoluta de tipo medieval donde la población vive sometida a los criterios arbitrarios del dueño del país que suelen poco respetuosos con las mujeres, la homosexualidad, trabajadores en general etc. Se ve que ahora no tocaba esta posición crítica. O quizás sea que con Arabia Saudí nos tenemos que llevar mejor que con Catar. Y es que las cínicas relaciones que mantenemos desde los países (más o menos) democráticos con las dictaduras están supeditadas a nuestros intereses económicos y geoestratégicos, claro. China, Marruecos, Cuba, países del Golfo Pérsico etcétera son aliados si nos viene bien y miramos para otro lado en relación al tema de derechos humanos y otras menudencias. Lo de Arabia Saudí es particularmente sangrante pues es un país que lleva años sometiendo a una masacre incalificable al pueblo yemení en un cruel conflicto absolutamente olvidado. Pero mi reflexión no tiene que ver hoy con esto, sino con la propia naturaleza del Rally Dakar en sí, como metáfora de una sociedad decadente. Veamos.
Eduardo Sáez Maldonado insiste en el delito medioambiental del campo de Tiro Jarapalos
"No hay cosa más tonta que un obrero de derechas" (1) Resulta que Juanma Moreno, tan campechano él, nos anuncia una bajada de impuestos (la sexta bajada, al parecer) en Andalucía. Entre un sutil ajuste de IRPF a los tramos más bajos (por lo demás deseable) nos informa Juanma de que nos baja también el Impuesto del Patrimonio lo que nos llena de júbilo a los 8 millones de andaluces (2). Y es que el impuesto del patrimonio lo pagan sólo aquellos que tienen patrimonio, claro. En concreto los que tienen más de 700.000 € de patrimonio (aparte de la vivienda habitual, que no se cuenta). Es un impuesto que, objetiva e indiscutiblemente pagan (pagaban) sólo los más ricos. Sin embargo Juanma nos lo vende como que esto va a atraer a Andalucía innumerables grandes fortunas que, huyendo de otras comunidades donde sí pagan, tendrán aquí un chiringuito fiscal lo que repercutirá favorablemente en la economía andaluza. Veamos.
El título de este escrito es copia literal del de un recomendable ensayo de Juan Luis Arsuaga sobre los orígenes evolutivos del hombre. La "inteligencia" ha sido el hecho diferencial que, tradicionalmente, se ha considerado que distinguía al hombre de "los animales". Para acotar y definir de algún modo esta "inteligencia" se han considerado diversas cualidades, a priori exclusivas de "Homo sapiens", como el uso de un lenguaje o el uso de herramientas, hasta que se vio que no pocas especies usaban lenguajes más o menos sofisticados o usaban herramientas, incluso elaboradas, para conseguir sus fines. La generalización del uso de dispositivos audiovisuales como drones o el hecho de que todo el mundo lleve una cámara en el bolsillo nos han puesto sobre la mesa indicios de comportamientos animales que nos hacen cuestionar, cada vez más, nuestra supuesta distancia con respecto a ellos y nos obligan a ser cada vez más meticulosos y estrictos en buscar alguna característica absoluta que nos haga únicos y nos reafirme en nuestra posición de especie elegida. Porque parece que tenemos la necesidad de hacerlo. Veamos. Me he topado con muchos vídeos en las redes que ilustran comportamientos fascinantes de ciertas especies, pero en concreto hay dos que me han llamado la atención hasta el punto de sobrecogerme cuando me he parado a reflexionar (ya se que reflexionar es una cosa antigua que no se lleva, será la edad) sobre el comportamiento animal que se evidenciaba en los mismos.
Recuerdo una ocasión, siendo yo muy joven, en la que mi padre me enseñó un libro de texto de historia que perteneció a su madre (mi abuela), a la sazón Maestra en los años de la Segunda República. En dicho libro (cuya pista lamento haber perdido) mi padre me mostró un párrafo en el que se hacía una clara referencia al peligro que suponía (a criterio de los autores) la rápida y orgullosa reconstrucción de Alemania tras su derrota en la Gran Guerra (la única que había habido hasta entonces) insinuando ciertos aires imperialistas latentes tras la humillación de la guerra y la pérdida del imperio colonial consecuencia de la derrota y firmado en el Tratado de Versalles, y de los que el perspicaz autor de aquel libro percibía peligrosos indicios de recuperación. No fue el único libro de historia escrito en aquellos años entre guerras en el que se hacían vaticinios de este tipo. Así, el famoso escritor H.G. Wells, que además de obras de ficción también escribió interesantes ensayos históricos, señalaba en las reflexiones finales de su "Breve historia del mundo" en 1922: "La guerra surgió como una consecuencia natural e inevitable de la competencia de los nacionalismos de Europa y de la falta de una institución federal creada por las distintas fuerzas rivales: fue la consumación lógica de un periodo de nacionalidades independientes y soberanas que se movían en una esfera demasiado pequeña con un armamento demasiado poderoso. Y si la gran guerra no hubiera surgido como surgió lo hubiera hecho en otra forma parecida, como volverá seguramente, en proporciones más desastrosas todavía, dentro de 20 o 30 años si no la prevé y evita un sistema de unificación política."
En el siglo XIX se puso de moda entre los intelectuales adinerados la creación de jardines de estilo romántico que incluían especies exóticas de muy diversa procedencia geográfica. En Málaga, sin ir más lejos, disponemos del magnífico Jardín Botánico de la Concepción. Pero si las condiciones climáticas, de humedad y precipitación lo permiten, estos jardines se convierten en auténticas selvas en latitudes extrañas. La foto que acompaña este escrito, tomada en uno de los muchos jardines románticos de la ciudad de Sintra, cerca de Lisboa, es un ejemplo. Se trata de un bosquete de helechos arborescentes que nos trasladan a otra época. Una época en la que las plantas "superiores" con flores y troncos de madera consistente (como el olivo y la encina) aún no habían hecho su aparición evolutiva, y otras plantas vasculares terrestres más primitivas, como los helechos arborescentes de la fotografía, dominaban la tierra y empezaban a producir el carbón que ahora nosotros explotamos como si no hubiera (y quizás no lo haya) un mañana. Hablamos del Carbonífero, hace más de 300 millones de años.
Bueno. Ya se ha quemado la sierra. ¿Y ahora qué hacemos?
"Repoblar los montes y poblar las inteligencias constituyen los dos ideales que debe perseguir España para fomentar la riqueza y alcanzar el respeto de las Naciones" (*) Todos los que somos aficionados a la naturaleza, y solíamos deambular con cierta frecuencia por los densos pinares de la cara norte de la Sierra de Mijas (Jarapalos etc) hemos sufrido un golpe duro al ver cómo esos queridos montes han ardido por culpa de (al parecer por lo último que se va sabiendo) un delincuente. Sin embargo, que estos pinares iban a arder era algo evidente. Todos los que alguna vez habíamos caminado campo a través por el interior de los pinares saliendo de los caminos y habíamos visto la densidad que allí había sabíamos que, más pronto o más tarde, este incendio se iba a producir. ¿Y esto por qué? ¿Porque no se "limpian" los bosques como dice ahora todo el mundo? ¿Acaso estaban "sucios" los bosques?
Al final de los gloriosos 80, surgió impetuoso un original grupo musical que se llamó provocadoramente "Héroes del silencio". Uno de sus más emblemáticos éxitos (del magnífico álbum "El mar no cesa"), fue el tema "Héroes de leyenda" que tenía un enigmático estribillo: "En sus ojos apagados/Hay un eterno castigo/El héroe de leyenda/Pertenece al sueño de un destino". No es la primera vez que escribo este artículo. Seguramente usando incluso un título similar. Pero es que siempre que acontece un episodio como el desolador incendio de la Sierra de Mijas de estos días me vienen a la cabeza estos versos al saber de los trabajos de las personas que, valientemente, luchan sobre el terreno para sofocarlo.
Leíamos en la prensa el otro día que "El Gobierno de Macron anuncia que nacionalizará el 100% de EDF, la principal compañía eléctrica francesa" (1). En tanto que, al contrario que el gobierno español, Macron no es un peligroso "socialcomunista" sino que, por el contrario, es un neoliberal de libro, nos vemos obligados a leer en profundidad el artículo para conocer algún detalle que nos haga algo más inteligible tan extraña noticia. Y nos encontramos con varios datos de interés, algunos de los cuales son congruentes con las formas habituales de los gobiernos neoliberales (casi todos, por lo demás) pero también echamos de menos algún dato adicional que nos ayudaría a contextualizarlo todo adecuadamente. Veamos. Lo primero que vemos es que el gobierno francés ya era propietario casi de la totalidad de la empresa (el 84% en concreto) y que, por tanto, el control que tenía sobre las decisiones que se tomaran en la misma era ya total. Por tanto, estamos hablando en realidad de completar el 16% que le faltaba. Leemos también que la empresa pasa por graves dificultades económicas ("se encuentra en una situación financiera difícil, lastrada por una fuerte deuda") por lo que en realidad, de lo que estamos hablando, más que de una nacionalización, es de un rescate del 16% de capital privado que estaba arruinándose y que estarán sin duda, muy agradecidos al gobierno francés por su "bolivarianismo".
El recientemente elegido líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, ha pedido a Bruselas "que estudie la posibilidad de un cambio normativo para que los gobiernos que lo pidan puedan suspender temporalmente el impuesto de hidrocarburos" (1). Esto lo ha hecho tras felicitarse de que el gobierno español haya seguido sus consejos de hace pocas semanas y haya bajado (vuelto a bajar) el IVA de la electricidad (en este caso del 10 al 5%). Se ponen de acuerdo, pues, PP y PSOE (los ministros de Unidos Podemos mantienen cierta discrepancia) en contener los desbocados precios de la energía reduciendo los impuestos directos. Esto que, en principio pareciera una buena noticia desde el punto de vista de la ciudadanía, marca una peligrosa tendencia de carácter neoliberal que, de consolidarse, nos llevará a una espiral insostenible. Veamos.
Juanma Moreno no quiere que se vea mucho que es del PP no sea que lo confundamos con Díaz Ayuso. Porque Juanma no es un facha como Ayuso. Él es un liberal moderado y muy educado. Y esa moderación y sensatez de la que hace gala le ha llevado a aglutinar todos los votos del PP (excepto los muy fachas que votan a VOX) y todos los de Ciudadanos. Incluso algunos del PSOE. Continuaremos, pues, otros cuatro años de gobierno de la derecha neoliberal pero sin Vox metiendo cizaña. Algo es algo. Sin embargo, la consolidación de este cambio de ciclo tampoco es tan relevante con respecto a lo que teníamos hasta entonces si a los asuntos verdaderamente cruciales y de fondo nos referimos. Veamos. Es verdad que Juanma Moreno está consolidando un peligroso desmantelamiento de la Sanidad Pública que ya inició Susana Díaz pero incidiendo más en la privatización. Esto no preocupa lo más mínimo (al menos a más del 40% de ciudadanos que le han votado) porque ya sabemos que la derecha (por su esencia ideológica) y el neoliberalismo (por la inercia natural de sus políticas) nos abocan a que los privilegios de los privilegiados se mantengan e incrementen paulatinamente. Esto le parece bien, insisto, a más del 40% de la ciudadanía que ha votado a Juanma Moreno, tan educado, tan liberal.
A medida que el fenómeno de la globalización ha ido avanzando hemos ido incrementando simultáneamente (en general de forma inadvertida) nuestra vulnerabilidad. Las sucesivas crisis financiera de 2008 y del SARSCov2 del 19 han puesto en evidencia que no somos todopoderosos ni desde el punto de vista económico ni desde el biológico. El colapso del canal de Suez por un super portacontenedores nos hizo pararnos un rato a pensar y la guerra de Ucrania lo está poniendo todo patas arriba. El encarecimiento de la energía, que viene de mucho antes de la guerra (aunque no queramos verlo), es irreversible por motivos geológicos, y las evidencias de que esta nueva crisis energética (y por tanto económica) es estructural nos pondrá, cuando decidamos mirar hacia adelante, frente a esa vulnerabilidad global de la que ahora no queremos ni hablar. La necesidad de organizarnos adecuadamente de manera supranacional para poder desarrollar la inevitable relocalización es cada vez más evidente; sin embargo, la única organización supranacional que se está viendo favorecida con la actual coyuntura es la OTAN lo que nos hace mirar al futuro con poca esperanza. Veamos.
El otro día tuvimos la oportunidad de leer en Diario Sur sendos artículos de opinión del director y del subdirector de dicho diario con un gran calado ideológico. El del director, Manuel Castillo, tenía el sorprendente título de: "Con agua, Andalucía no tendría desempleo" (1) que, al parecer, había tomado prestado del presidente de Dcoop. Por su parte, el artículo del subdirector, Javier Recio, se titulaba "Hay que luchar por las playas a pesar de Costas..." (2). Ambos tenían en común un sorprendente desprecio a cualquier criterio ambiental razonable frente a los intereses económicos hegemónicos en nuestro sistema sociopolítico. Yo, que soy lector de Diario Sur desde hace décadas, me sorprendo cada vez más del claro posicionamiento ideológico del periódico de mayor tirada de Málaga, abanderado por su director y subdirector, en defensa de un peligroso neoliberalismo, por lo demás suicida desde un punto de vista ambiental. Veamos.
"Cantar del pueblo andaluz, que todas las primaveras anda pidiendo escaleras para subir a la cruz" (1)
La Semana Santa en Andalucía es vivida con gran intensidad por una parte importante de la población. Las multitudinarias e impresionantes procesiones ocupan y condicionan absolutamente la vida diaria de los centros de las ciudades y los pueblos de la región, atrayendo a gran cantidad de turistas que observan con asombro tan espectaculares acontecimientos. Suele aparecer también estos días, recurrentemente, el debate de las motivaciones que llevan a la gente, no siempre creyente, a involucrarse absolutamente en estos ritos. Y es que los Nazarenos y los portadores de tronos no son necesariamente católicos. A veces son incluso ateos lo que dificulta aún más la comprensión de este interesante fenómeno para los que no lo conocen en profundidad. Veamos.
Hace ya más de 25 años, mi padre me comentó un día que él veía indicios de decadencia en nuestra civilización. Su apreciación era de índole moral y creía que la deriva que la moral de Occidente estaba tomando no podía ser sino un indicio de un proceso que acabaría en la caída de nuestro sistema social. Y lo comparaba con la famosísima (y desconocida) caída del Imperio Romano (la frase que da título a este escrito me la solía referir él). Puede que sea el inicio de algo parecido a lo que ocurrió entonces, me decía. Nunca olvidé aquellas conversaciones con mi padre que, si viviera, y desde su gran conocimiento de Historia y sus sólidos valores morales estoy seguro de que se habría ido reafirmando en su sospecha y andaría ahora bastante desencantado con el devenir de nuestra civilización. Pero a estas apreciaciones de naturaleza moral y base histórica, que yo siempre he compartido, se han ido sumando una sucesión de indicios que han devenido en evidencias de naturaleza científica (la eterna, necesaria e inalcanzada comunión entre humanismo y ciencia) que nos obligan, como ciudadanos y como sociedad, a intentar solucionar los enormes problemas que, de forma cada vez más clara, se nos vienen encima. Veamos.
El Grupo de Investigación “Análisis Geográfico Multiescalar del Cambio
Global” (Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas) apoya la creación del Parque
Natural Sierra Mijas Alpujata
Eduardo Saez Maldonado. 29.03.22
Ampliar en documento pdf Madrid, 19 de enero de 2022 – El pasado 17 de enero, el responsable científico del Grupo de Investigación “Análisis Geográfico Multiescalar del Cambio Global (AGMECG)” del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (CSIC), firmó la adhesión del Grupo a la propuesta de declaración de esta futura área protegida. La propuesta del Parque Natural de la Sierra de Mijas Alpujata se extiende por 29.000 hectáreas de nueve municipios malagueños de la Costa del Sol Occidental muy afectados por grandes desarrollos urbanísticos. Como han declarado desde la Plataforma en Defensa de la Salud y la Sierra (PDSS), una de las asociaciones promotoras de la iniciativa, “el futuro parque protegería importantes ecosistemas y especies silvestres de esta sierra pre-litoral y serviría de corredor ecológico entre